domingo, 12 de mayo de 2013

El Paisaje, una herramienta de apoyo a la planificación y desarrollo territorial




En el imaginario común, Paisaje ha sido conceptualizado como un sitio o lugar de singular e idílica belleza, de hecho existen cientos de catálogos que hacen referencia a los sitios más bellos del planeta, generalmente mostrando sitios naturales, algunos de ellos remotamente ubicados. 


Oficialmente existen varias definiciones para el término paisaje, para este artículo tomamos dos más referidas. En primera instancia la convención europea del Paisaje, dice que paisaje es “cualquier parte del territorio, tal y como es percibida por la población, cuyo carácter resulta de la acción de factores naturales y/o humanos y de sus interrelaciones”. También Domingo Gómez Orea catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid, conceptualiza al paisaje como la “percepción polisensorial y subjetiva de la expresión externa o imagen que transmite el sistema territorial”. 


En esa lógica se establece una relación entre tres factores claramente identificados: un elemento objetivo, la imagen del territorio y sus observadores potenciales. La conjugación de estos tres elementos de manera armónica, tiene como efecto principal que se convierta en un recurso natural y por ende en capacidad de generar un efecto socioeconómico, es decir un potencial para el territorio, el cual si es correctamente gestionado, podría convertirse en un eje articulador de identidad para una zona.  



En la provincia de Napo, el paisaje ha sido permanentemente un tema de interés, al ser una provincia andino-amazónica suma la presencia de 19 ecosistemas, potencialidad que le ha permitido crearse una identidad natural y venderse turísticamente. Sin embargo es necesario articular el paisaje a varias herramientas de desarrollo, entre ellas la ordenación territorial, sin desconocer que también sería un gran aporte en ámbitos sectoriales de carácter social, cultural y económico.  Ejemplos exitosos tenemos en Europa  y en ciertos países de América del Sur como Colombia. Al realizar una adecuada gestión del paisaje, se pone al servicio de la sociedad entornos atractivos, afables y armoniosos, generando sensaciones agradables de bienestar, aumentando considerablemente la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas y posibilitando promover el emprendimiento local e incrementando la oferta turística.
 



Conscientes de la importancia de la gestión del paisaje en el territorio, la Prefectura de Napo organizó desde el 25 hasta el 27 Julio de 2012 un Taller denominado “Catálogos de Paisaje, como una herramienta de apoyo al Ordenamiento Territorial”,con la presencia de los destacados docentes españoles Domingo Gómez Oréa y Alejandro Gómez Villarino, su presencia permitió conocer detalles metodológicos para la construcción de un Catálogo de Paisaje, el cual en sus palabras menciona que "El paisaje es dinámico: refleja la relación de la población con su territorio a lo largo del tiempo, y, por ello, lejos de preservar intacta la imagen actual como si de un museo se tratara, la gestión del paisaje ha de garantizar que los nuevos procesos que lo siguen formando, y los nuevos elementos y usos que implican, evolucionen de forma armónica proporcionando una imagen hacia el futuro con carácter y con calidad".
 


     


Para que tal reflexión se haga realidad, la población ha de tomar conciencia de ello y adoptar prácticas orientadas a una relación equilibrada y armoniosa entre las necesidades sociales, la economía y la imagen del territorio.





La fotografia muestra a Domingo Gómez Orea (izquierda) y Alejandro Gómez Villarino (derecha) al momento de su exposición. Foto U. Gutiérrez 2012. 

¿Cómo podríamos iniciar localmente? Se propone las siguientes acciones:


Un buen inicio seria aprovechar la existencia de la Iniciativa Latinoamericana del Paisaje, firmada por varios países, incluido el nuestro en octubre de 2012 en Medellín-Colombia.  Esta iniciativa tiene importantes implicaciones, que facilitan a los países ratificar y legislar sobre el paisaje y a considerarlos en los planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial, igualmente en los proyectos de infraestructura y en general en cualquier actividad que pueda afectarlo. 



La ILP reconoce al paisaje de la siguiente manera:



1)      Es un recursos excepcional, frágil y perecedero


2)      Es el crisol del intangible de las comunidades latinoamericanas.

3)      Es un bien cultural, social y ambiental que representa la integración y comunicación con   
          el pasado de nuestros pueblos y define su devenir


4)      Es un valor de referencia y control de las transformación, por su asociación con la 
          memoria ancestral, colectiva y los significados culturales, naturales y simbólicos que 
          contiene.

5)      Es un derecho que todos los seres humanos deberían disfrutar, lo cual genera 
         compromisos y responsabilidades. 

De igual manera, se debe proponer a la nueva Asamblea Nacional del Ecuador a posecionarse este 14 de mayo de 2013, un texto de ley para que se norme el paisaje y tenga un marco legal que lo promueva, aproveche y estimule el desarrollo económico territorial. 





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