Ha sido tema de debate permanente en Ecuador y particularmente en la
provincia de Napo, la necesidad de evolucionar en el modelo de desarrollo
económico actual que es el primario – extractivo – exportador, a uno que incorpore
el componente socio-cultural y ambiental, de tal manera que posibilite
insertarnos en la economía regional, nacional y mundial con mayor fuerza[1], y ha partir de esto, se faciliten nuevos escenarios que generen calidad de vida y bienestar a la población. Bien es conocido que Napo es una
provincia con alta biodiversidad, con al menos 17 ecosistemas identificados[2] que van desde los 260 msnm
con bosques siempre verde de tierras bajas hasta los 5.720 msnm con nieves
perpetuas. Esta es una de las razones por las cuales aproximadamente el 67% de
su territorio se encuentra bajo una categoría de conservación[3] Sin embargo tiene estadísticas sociales que la
muestran entre las más pobres de la república[4].
Allí surge la eterna pregunta, como revertir estos alarmantes indicadores
sociales, ya que su permanencia es caldo de cultivo ideal para generar
conflictos socio-ambientales en el mediano plazo. A continuación se ensaya
algunas ideas generales, por ejemplo fortaleciendo el tejido empresarial y
creando nuevas empresas que a través de
la transformación de materia prima, generen empleo, redistribuyendo la riqueza,
proporcionado ventajas a las zonas ahora “perdedoras” hasta equipararlas a las regiones “ganadoras”[5], articulando de manera
efectiva los herramientas de planificación como los PDyOT[6] facilitando la participación ciudadana; aprovechando la
infraestructura actual como el Aeropuerto Jumandy, las vías de conexión hacia la
amazonia sur y norte como también con el Distrito Metropolitano de Quito y la
región Interandina, finalmente
fortaleciendo la demanda de bienes y servicios[7].
A nivel mundial la tendencia es crear bloques económicos. Ante la
evidente disminución del poder del centro (EE.UU)[8], las periferias, ven la
posibilidad de juntar voluntades y unificar esfuerzos generando alianzas. Como
el colosal ceibo, que al caer en medio de la selva, posibilita que especies
menores crezcan y se conviertan también en árboles. América Latina esta en ese proceso, por
necesidad y obligación. Se identifican dos corrientes claramente definidas, la
una integrada por países como Brasil, Chile y Perú, con economías sólidas,
mayormente integradas a mercados, y democracias estables; y el otro de
corte “revolucionario” como Ecuador,
Bolivia y Venezuela, más afecto a sentimientos, sustentados en ingresos
producto de la extracción de recursos naturales como el petróleo y gas, con la
aplicación de políticas públicas que fortalecen el rol del estado nacional, y
que se encuentran en franco proceso de fortalecimiento de sus democracias[9].
Para Jaime Gallegos profesor de
economía de la PUCE-Quito,
se debería fortalecer el modelo de crear una “sociedad del conocimiento” y eso
implica realizar cambios que modifiquen estructuras ortodoxas tradicionales, se
priorice el interés nacional y finalmente se tenga claramente definida una ruta
directriz en la política económica aplicada desde el Gobierno Nacional[10].
A nivel nacional SENPLADES, fiel seguidora de los enunciados de
Raúl Prebish, quien a través de la “Teoría de la dependencia”[11], sostenía que si países
periféricos querían entrar en la senda del desarrollo sostenido, se haría necesario que se les permitiera un cierto proteccionismo en
el comercio exterior y estrategias de substitución de importaciones. En esa
lógica el Gobierno Nacional propuso empezar el cambio de modelo de primario –
extractivo – exportador a un país
terciario exportador de bio-conocimientos y servicios turísticos. Para ello
proyecta destinar hasta el año 2013 la suma de 8.300 millones de dólares[12]. La consulta salta
inmediatamente: ¿la demanda mundial esta realmente necesitando de los servicios
y productos que el país pretende ofertar?, ¿realmente hacia allá esta
direccionado el mercado internacional?.
En ese contexto, para quienes habitamos la Amazonía del Ecuador y la
provincia de Napo en particular, las siguientes interrogantes surgen de cajón:.
¿Qué modelo de desarrollo hemos tenido como región?, ¿de qué manera nos
insertamos en la propuesta del Gobierno Nacional?, ¿estamos preparados para ser
parte de una estrategia de desarrollo poli céntrica?, ¿tienen conciencia
nuestros líderes políticos de la importancia del momento histórico en el cual
estamos? Son muchas interrogantes, complejas de responder integralmente, sin
embargo, se intentará reflexionar sobre las mismas y ensayar posibles acciones
a emprender.
Históricamente el actual territorio de la Amazonía, fue visto desde
ópticas desarticulantes, que a la larga ha significado endosarle mitos como la
riqueza, pobreza y del vacío territorial,
lamentablemente presentes hasta la actualidad en algunos círculos de poder. El
primero: el Dorado, el cual reseñaba la existencia de un paradisiaco lugar, en
el cual los aborígenes bañaban su cuerpo con polvo de oro. Era el sueño del
“conquistador”, la motivación que permitía todo tipo de sacrificios y exposiciones; el
segundo, que identificaba a la zona
como sitio de permanente pobreza en sus habitantes, y finalmente el tercero que
hace referencia a lugar de destierro, habitado por salvajes, fieras, clima atroz y enfermedades;
en suma el “infierno verde” en la tierra[13].
Las elites ecuatorianas, lamentablemente en su estrategia geopolítica, no
priorizaron desde su inicio el desarrollo de la Amazonía. Pugnas internas por
captar el poder político, entre latifundistas – gamonales de la Sierra[14] y el novísimo grupo de
exportadores en la Costa, significó que no se aplicara una planificación para
ocupar el territorio de manera ordenada y estratégica, de tal suerte que cree asentamientos
humanos permanentes y por ende soberanía ecuatoriana. Los resultados que
tenemos son evidentes, zonas fuera del control gubernamental, presencia de
aventureros que esclavizaban a la población local para obtener mano de obra
para la extracción de caucho, oro y productos vegetales como la pita, hasta el
establecimiento de verdaderos centros de opresión en las llamadas haciendas,
espacios que reeditaban los huasipungos en la Sierra, con patrones que tenían a
su cargo extensas zonas de selva, y bajo su propiedad, familias indígenas con total control sobre su
destino y vidas[15].
En el siglo XIX la Amazonía tuvo importantes presencias de
misioneros (jesuitas, capuchinos,
dominicos), quienes establecieron “Misiones” cuyo objetivo era “llevar la
palabra de Dios a los salvajes” y “ser fuente de alivio a sus terribles
necesidades”, propósitos cumplidos a medias.
Las actividades económicas no tienen registros sólidos, sin embargo si
consideramos la zona de la actual provincia de Napo y Orellana, el flujo
comercial estuvo marcado por la explotación de materia prima, el famoso hilo de
pita, la canela (ocotea quixos), el
oro lavado en las orillas del río Napo e incluso exportaciones de cacao.
Desde finales del siglo XIX hasta mediados de la década del 20 (siglo XX), la
zona fue ampliamente recorrida por aventureros y comerciantes de caucho. Verdaderas
legiones recorrieron la zona, contratando o capturando a la población nativa,
para llevarles a buscar caucho. Cientos de familias indígenas fueron
trasladadas a la fuerza desde la región del Alto Napo, hasta lugares que actualmente
corresponden a la Amazonía
peruana. El boom económico que no generó desarrollo a la región, terminó cuando
las empresas automovilísticas de los EE.UU tuvieron sus propios cultivos de
caucho y con el aparecimiento del caucho sintético.
La época liberal, quizá con el único líder ecuatoriano que pensó en la Amazonía desde un enfoque
geopolítico y su importancia para el país en el futuro, fue el General Eloy
Alfaro, quien propuso y empezó a construir el Tren al Curayay, curso de agua
desde el cual se podría navegar al rio Amazonas y de allí al océano Atlántico,
ruta alternativa para acceder a los mercados europeos, pero sobre todo
implementar una estrategia de ocupación del territorio, vistas las intenciones
expansionistas del vecino del sur: Perú[16].
En el siglo XX, la
Amazonía más conocida en los círculos de poder como el
“oriente” cobró importancia relativa en 1941, cuando el Perú oficializó tras
una breve guerra la ocupación de territorios amazónicos, legalizando esa acción con el tratado de
límites firmado en Rio de Janeiro. El Gobierno ecuatoriano, enarboló a través
del Presidente José María Velasco Ibarra la tesis de la “herida abierta”,
desconociendo la firma del protocolo de límites y buena vecindad, e inició una
guerra mediática que culminó en noviembre de 1998 cuando los presidentes Yamil Mahuad
de Ecuador y Alberto Fujimori de Perú, firmaron el acuerdo de paz definitivo.
Para dar sustento a su propuesta, Velasco Ibarra, impulsó una política de
fronteras vivas, trasladando miles de familias de la sierra central y sur, a
las provincias amazónicas, generándose nuevos asentamientos humanos. Los
“colonos”, desarrollaron paquetes tecnológicos aplicados a la Sierra, como es
el cultivo de caña de azúcar, para producir y comercializar panela y alcohol,
como también extensas zonas de pastizales, para la producción de ganado vacuno.
Sin embargo esta producción por la ausencia de medios adecuados de vías, siempre
estuvo a niveles de subsistencia y su impacto en la economía nacional no fue
desequilibrante. Los mismos asentamientos humanos de la Amazonía estaban
dispersos y limitados en su número, su densidad de población baja y muy
vinculada a capitales de la región interandina[17].
Siglo XX inicios de la década de los
años 70, Este estado de cosas
cambia dramáticamente, espacialmente para la Amazonía norte, con el
descubrimiento de petróleo, la construcción de nuevas líneas de comunicación
vial, el ingreso de miles de familias interesadas en obtener una propiedad con
relativa facilidad.
El petróleo en estos años de explotación, ha llegado a generar hasta el 50%
de los ingresos generales del país. Sobre esta riqueza maravillosa, se han
creado imperios económicos, desarrollado el centro, pero también generado
afectación a los recursos de la periferia, niveles de pobreza desesperante y
ausencia de una planificación nacional y local[18].
Entonces ¿es nuestra economía primaria – extractiva – exportadora a nivel
interno? la respuesta es positiva, sin embargo, los recursos productos de la
explotación petrolera fueron distribuidos de manera discriminada, inequitativa
y en muchas ocasiones bajo la presión de un paro o con la suspensión de las
actividades petroleras. Ejemplos tenemos
por doquier, tras casi 40 años de explotación petrolera recién se está
concluyendo el mejoramiento de las vías terrestres.
¿Y nuestros líderes locales?, Muchos de ellos han replicado practicas
populistas, con administraciones asistencialistas, sin una planificación a
largo plazo que involucre a la población local. Con voluntades políticas
limitadas al momento de cambiar estructuras locales caducas. Producto de ello
desde el retorno de la democracia se han generado verdaderos cacicazgos políticos,
que han marcado muchos casos que la población elija a representantes que estén
preparados para asumir sus competencias públicas. Otro aspecto común son los “camisetazos”
políticos, marcados por el deseo del político local de acercarse al gobierno de
turno para acceder a recursos económicos para cumplir con sus ofertas de
campaña.
¿Y Educación? El servicio de educación general básica y bachillerato
aún es deficitario, la ESPEA la única universidad amazónica fue suspendida en
mayo de 2012 por baja calidad académica. Queda la esperanza que el Gobierno Nacional concluya los trabajos de la nueva universidad IKIAM ajustandola a los requerimientos locales. Sin embargo el estado actual genera que la Población Económica Activa,
PEA local, este ubicada en un 64% en el sector primario, sin una cultura de la documentación, y sin
propuestas de desarrollo a mediano y largo plazo.
Sin embargo, son los recursos naturales renovables y no renovables los que marcarán el destino de la región. En el subsuelo se tiene extensas
reservas probadas de crudo liviano y pesado, oro, sílice, caliza e inclusive
uranio. Mientras que en la superficie producto de la pluviosidad y temperatura,
la biodiversidad en flora y fauna ocupa los primeros puestos a nivel mundial,
eso sin contar con la riqueza de las comunidades indígenas allí asentadas. Quizá por allí nuestra región también pueda
alinearse a la estrategia estatal, se puede aprovechar la Biodiversidad de la siguiente manera:
-
La flora:
para la investigación en medicina, el ecoturismo y los servicios ambientales e inclusive la
explotación forestal.
-
El Bio Comercio,
aplicando correctamente sus principios fundamentales.
-
Con el agua,
una forma de de contribuir a su
conservación y manejo adecuado de las cuencas hidrográficas sería su
aprovechamiento en la generación de energía.
-
Los recursos
minerales también deberían ser explotados, sin embargo la región debe actuar
con imaginación, prontitud anticipándose
a planteamientos del centro, y generando propuestas para el desarrollo, en base
a sus características locales. La nueva constitución posibilita a través del
artículo 250 la elaboración de una ley especial la cual “incluirá aspectos sociales, económicos, ambientales y culturales, con
un ordenamiento territorial que garantice la conservación y protección de sus
ecosistemas y el principio del Sumak Kawsay”.
1.
Propuesta de Cambio. El importante que los Amazónicos entendamos que
nuestro futuro se encuentra en nuestras manos, no en otro lugar, para ello es clave
trabajar fuertemente en nuestra aptitud y principalmente en nuestra actitud
hacia el cambio.
2.
Hagamos una revolución, cambiando viejas prácticas
locales de caciquismos políticos, generando propuestas de desarrollo para
definir nuestro modelo de desarrollo con identidad Amazónica, preparando una
nueva generación de gobernantes, comprometida con el territorio.
3.
Los
Amazónicos debemos prepararnos más, estudiando, presionando a nuestros líderes
políticos para que se interesen por impulsar procesos para mejorar la
educación, sistematizar los conocimientos ancestrales, reconocernos como
mestizos e indígenas. La interculturalidad debe ser un elemento transversal que
nos proporcione identidad, que nos fortalece, que nos une.
4.
Es importante
investigar nuestra realidad local y documentarla, es necesario profundizar en
estudios económicos y sociales, plantear un nuevo sistema de indicadores
sociales para la Amazonía.
5.
Los gobiernos
locales deben coordinar acciones, planificar para el desarrollo, realizar su
ordenamiento territorial, pensar en función de mediano y largo plazo.
6.
Políticamente
es importante impulsar una escuela de liderazgo, que prepare a las ciudadanas y
ciudadanos, para ser buenos servidores públicos.
7.
Las
organizaciones de base, deben salir de la comodidad de su retórica de amargura
y atada a viejas prácticas políticas, es necesario proponer nuevos esquemas de
desarrollo, “hablar menos y actuar más”.
8.
Aprovechemos
la infraestructura existente como el Aeropuerto Jumandy, y participemos
activamente en la construcción e implementación de la nueva Universidad Amazónica
IKIAM, proyecto presentado por el Gobierno Nacional.
9.
Finalmente,
si nosotros como Amazónicos no
impulsamos nuestro desarrollo de manera creativa y articulada a los niveles regional
nacional e internacional, lamentaremos en pocos años más, una vez más, seguir siendo
solamente espectadores de iniciativas externas.
[1] Este modelo viene siendo aplicado desde la época
republicana y consolidada desde finales del siglo XIX con la exportación de
cacao, caucho y café, posteriormente de banano y finalmente de petróleo, es el
imaginario del país proveedor de materia prima e importador de bienes y
servicios. Nota del autor.
[2] Mapa de Ecosistemas de la
provincia de Napo. Gobierno Provincial de Napo 2010, aplicando la metodología
de identificación de ecosistemas andinos propuesta por Carmen Josse M.
[3] La provincia alberga a
parte de los parques nacionales Cotopaxi, Llanganates, Sumaco Napo-Galeras y Cayambe-
Coca, también a la Reserva Ecológica Antisana, y extensas áreas de bosques
protectores, patrimonio forestal, y en menor extensión áreas de protección
privadas.
[4] La parroquia de
Chontapunta en el cantón Tena, el 60.80% de su población se ubica en niveles de
extrema pobreza por NBI, mientras que el 99.80% del total de la población se
ubica en niveles de pobreza por NBI. SIISE 2012.
[5] Ecuador es un país bipolar, teniendo a Quito y Guayaquil
como los centros más importantes, como un resultado de Quito como capital
político – administrativa y al Puerto de Guayaquil como la ciudad económica del
país. Nota del autor.
[6] Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial
[7] Principio económico que establece invertir en tecnología,
conocimiento. Posibilita dejar de ser abastecedores del centro de materia
prima. Potencializa el talento humano. Nota del autor.
[8] Ejemplos tenemos a la Comunidad Europea
conformada por 27 estados y con el Euro como moneda de transacción. Introducida
en formato de billetes y monedas en 2002. Dato tomado del Banco Central
Europeo. Euro sistema.
[9] Sin embargo estos países conforman la Unión de Naciones del Sur
UNASUR, con sede en Quito, creada en Brasilia el 23.05.2008. Tomado de http://www.integracionsur.com/sudamerica/TratadoUnasurBrasil08.pdf
[10] Tomado de clases de Economía, en el marco
de la Maestría
de Planificación Regional y Desarrollo Territorial. PUCE, 08.05.2008
[11] Tesis contraria a la de David Ricardo (Inglaterra 1782 - 1823), quien sostiene que cada país debe
especializar su producción, de tal forma que genere complementariedad.
[14] Origen y decadencia
del Gamonalismo en la Sierra
Ecuatoriana. Autor Hernán Ibarra Crespo. CAAP. Quito 2002.
[15] Anne Christine Taylor, "El Oriente Ecuatoriano en el
siglo XIX; 'El Otro Litoral'", en Juan Maiguashca, ED., Historia y Región
en el Ecuador, 1830 1930, Corporación Editora Nacional / FLACSO, Quito, 1994.
[16] Lamentablemente el debilitamiento político del
General y su posterior desaparición física, paralización la ejecución de la
obra y el abandono definitivo del proyecto.
[17] Actualmente la población Amazónica es de 739.814
habitantes, llegando al 6% de la población total del Ecuador. Censo INEC 2010. www.inec.gov.ec
[18] La era petrolera en el Ecuador y su
incidencia en el presupuesto General. Luis Ángel Velasteguí Martínez. www.eumed.net/cursecon/ecolat/ec/lavm-petr.htm
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